jueves, 25 de octubre de 2007

»Y, sin embargo, Ismael sigue navegando»


«Describir el mundo sólo era posible cuando la gente vivía en un planeta tan pequeño como el de los tiempos de Marco Polo. Hoy el mundo es inmenso e infinito, se ensancha día a día, y, en verdad, antes pasará un camello por el ojo de una aguja que podamos nosotros conocer, sentir y comprender todo aquello que configura nuestra existencia, la existencia de varios miles de millones de personas.
»Estoy leyendo Moby Dick, de Herman Melville. El protagonista del libro, el marinero de nombre Ismael, navega por el océano. Junto con los demás miembros de la tripulación, persigue a una peligrosa y escurridiza ballena que acabará emergiendo de las profundidades del mar para asestarles un poderoso golpe. En un momento dado oye al capitán, el terrible, implacable y despiadado Ahab, lanzar la orden: "Caña a barlovento! A dar la vuelta al mundo!" Y entonces Ismael piensa: "¿La vuelta al mundo! Hay mucho en ese sonido que inspira sentimientos de orgullo, pero ¿adónde lleva toda esa circunnavegación? Sólo a través de peligros innumerables, al mismo punto de donde partimos, donde los que dejamos atrás, a salvo, han estado todo el tiempo antes que nosotros".

»Y, sin embargo, Ismael sigue navegando»


Los cínicos no sirven para este oficio. Ryszard Kapuscinski. Págs.62-63.


joan

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El senyor fusterrrr, sempre tan savi!
Jo m'he comprat aquest llibre fa tot just una setmana, però encara no l'he començat a llegir perquè tinc un futiment de llibres més de la uni...Ara, amb aquesta entrada, no sé si em podré resistir. Aviam quan ens veiem, que el món és gran, però de Sant Just a Barcelona el radi de la circumnavegació és minúscul. Records nanoo!

Anónimo dijo...

Seguirem navegant! bona proposta literària, la tindré en compte. això sembla més el nostre blog joan, però bé, què hi farem!! fins aviat!

gerard (www.fotolog.com/carpe_cine)

Anónimo dijo...

Lectura obligatòria... Us el recomano. I és relativament breu, per tant, no us treurà gaire estona.

És un gran savi...

Anna