sábado, 8 de septiembre de 2007

Recuerdos que van y vienen

A través de los días viaja el recuerdo de la suave brisa de Mostar, el cálido sol sobre las furgonetas y la dulce mirada de un grupo de periodistas. Un recuerdo que a modo de raíz se clava al suelo, como las ramas de un árbol se abre y de cada brazo nacen miles de olores vestidos de imágenes que se funden y confunden, que se deshacen unas de otras para volver a juntarse y después perderse en la pantalla y reaparecer en forma de pedazos de un puzzle de mil caras con mil abrazos, repletos de sonrisas con sus respectivas risas, emociones contenidas en una frasco de papel, transparencia de la fragilidad del alma humana, equilibrios entre miles de tumbas llenas de historias que nunca conoceremos, vacías de razón, asfalto que derrite los caminos, que se confunden en un ir y venir de abrazos. El sol, el viento, el calor y el sudor y de pronto la playa como un oasis en medio de la locura.
El llanto de las paredes, la fábrica, la maldita fábrica, cada uno de los rostros de todos ellos, de todas ellas, el mal tiempo, la falta de sol, la falta de aire, la falta de espacio, la falta comprensión, la locura agarrada a la esperanza ahogando el futuro en una asfixiante bruma del pasado, el dolor y el llanto de aquél día gris. Un abrazo agradecido.
Entrevistas, fotografías, caminos y caminares, el puente y las pivos y tantas pivas, los eslavos, musulmanes, serbios, serbo-croatas, croatas, croato-bosnios, bosnio-serbios, bosnia, herzegovina, serbia, croacia, maya, amela, ivro, nezzo, iso, rakia, cocido, frankfurts, uvas, sandía. Las avispas.
El hospicio, los pobres niños que juegan a la guerra por aburrimiento de un verano que nos les aporta nada y la bombilla se enciende, Erika, Dani y los niños, las pistolas y las cámaras. Un rabo de nube que se crece con una gotita de esperanza al ver la alegría brillar en los ojos infantiles a través de una cámara.
La "furgo" verde de Julio y Cristina, Julio y Cristina, más asfalto, la música y los bailes y más risas con sus sonrisas, la lluvia y siempre el sol. Y aún el sol, el asfalto y kilómetros de amistad, la esperanza de mañana, "bon dia", "bona nit", chuco ushi katastrofa, dovro, hvala!, todos los caminos de Mostar, la paz en medio de una guerra invisible.
Este recuerdo no para, sigue abriéndose y cerrándose y se agarra a mis pasos con sólida convicción de lo que un día se grabó en mi retina y ya nunca se borrará. Las ramas se mueven con el viento y se agita el recuerdo, esta vivo y vivo seguirá, lo riego todos los días con una buena dosis de amor y amistad, pero sobre todo esperanza, porqué yo nunca la perdí y creo que no quisiera nunca perderla. La esperanza es un jarrón frágil de cristal que si no se llena poco a poco, el viento se lo lleva, lo tira al suelo, lo hace añicos, así que parad un momento, dejad lo que estéis haciendo y cerrad los ojos. Mirad el jarrón, echadle una pizca de arena para que el viento no pueda con él.


…entre medio de las hojas del árbol pongo las caras de todos y todas porqué que sería de este recuerdo sin vosotr@s.


Yaser

3 comentarios:

joan dijo...

yaseeer

con tu permiso, hago mias tus palabras y las abrazo un rato largo :)

Anónimo dijo...

yo voy a poner mucha arena en ese jarrón, pk tampoco quiero perder jamás la esperanza, pk todos los pedazos de bosnia que aún permanecen en mi tampoco serian nada sin vosotros, pk este camino también se aparece por mi mente cada día, pk mientras leo estas palabras se me humedecen los ojos, pk llevo la fugo y el asfalto de Mostar demasiado metido en mi como para olvidar.

muchas gracias Yaser!

un beso a todos. ana ansia.

Anónimo dijo...

Un mes després de la tornada tot segueix ben viu. Massa? No crec, però com a mínim l'esperança es manté, i això és molt! Poso sorreta a la gerra, gra a gra. I imagino que tot canvia tant, que cap expedició ha de tornar a Bòsnia a retratar una guerra que ja s'ha superat.

gerard (www.fotolog.com/carpe_cine)