Teníamos KVLAR y hicimos una cena

Ya hace unos días que celebramos el reencuentro de los welcomes en Barcelona. La noche se presentaba interesante ya que gran parte de la expedición había confirmado su asistencia. 17 personas! Aunque no todas llegaron puntuales (de hecho hasta pasada la media hora no éramos más de cinco) el ambiente se iba preparando para vivir una velada muy interesante.

La cena fue en un local de una conocida cadena de self service (al menos en la ciudad condal) y allí hubo el primer cambio de impresiones postviaje, y también un tímido intercambio de fotos. Sólo unos pocos, concretamente dos personas, se atrevieron a compartir sus obras de arte. El resto, por vergüenza, holgazanería u otro sentimiento similar, no lo creyó oportuno. Entre risas y aplausos, hecho que provocó las miradas furtivas del resto de la sala, el grupo recibía a dos de los últimos integrantes que se esperaban. Llegaban de todas partes de Cataluña!

Minutos después se decidió ir a tomar unas copichuelas para hacer tiempo, mientras aparecía la última persona confirmada. Más risas (ahora no era la felicidad del reencuentro, que también, sinó que el alcohol hacía su efecto). Rememoramos instantes ya lejanos pero no por eso menos presentes, y decidimos viajar hasta Granollers, a una media hora de Barcelona, para dar una sorpresa a 4 de los que no se habían dignado a venir. (Tranquilos en próximas cenas haremos lo propio con Vigo, Granada y Madrid).

Granollers es el feudo por excelencia de gran parte del welcome (y por lo visto también de la fiesta, porque cágate lorito!!!). Así que sin perder ni un minuto (aunque lo que casi perdemos es el bus) nos fuimos para allí. La sorpresa fue mayúscula y Oriol, Mesas, Erica y Dani no cabían en su asombro. Des de aquí un recuerdo para los "granollersienses" que sí vinieron a la cena (Chino y María, y Anna de adopción!) porque la disyuntiva era difícil de solucionar.

"¿Me esperáis un momento? Voy a hacer pipí." fue la frase más escuchada en una noche en que el alcohol, la música y las ganas de fiesta se vieron sucumbidas por los continuos paseos sin rumbo fijo que hicimos por la localidad. "Nema problema" que diría aquél. Fuimos felices, muy felices por volver a estar juntos de nuevo.

Y la vuelta a casa ya es más difícil de contar porque fuimos marchando poco a poco, del mismo modo en que entramos en nuestras vidas, sin darnos cuenta. Ahora, la resaca ya está más que superada y los welcomes viven felices, sin saber que pronto la comisión organizará más fiestas. Esperemos que sean tan exitosas como ésta.

Comisión de fiestas, festejos y otros eventos

(Fotos: Andrea Nicolás)