Esta Karlovacko i esta Sarajevsko me dan siempre que pensar.
Encuentro gracioso que el camarero en un bar de Sarajevo me sirviera una pivo Sarajevsko en un vaso Karlovacko. Quizá no sea imposible la reconciliación, aunque sea alrededor de unas pivos, que mejor que hacer las paces bebiendo.
Yaser
2 comentarios:
Molt bona! un exemple més de que no tot està perdut. hi ha feina per fer però les pivos poden donar un cop de mà!
fins aviat!
gerard
las penas com pivos son menos... aixo des de sempre!
Publicar un comentario